
Para ello, se ha elaborado una guía dirigida a los profesionales, cuyos objetivos son, por un lado, asegurar la atención preferente a estos pacientes y, por otro, diseñar pautas de valoración urgente que faciliten su diagnóstico y tratamiento, para la mejor gestión de los casos, otorgándoles máxima prioridad en su asistencia. En su elaboración han participado un grupo de profesionales del Servicio Extremeño de Salud que intervienen en el proceso de atención al ictus en la fase aguda.
El ictus en la edad pediátrica es todo un reto diagnóstico y terapéutico. En comparación con la edad adulta es poco habitual, pero potencialmente grave, de consecuencias evitables y cuyo pronóstico depende de la rapidez y efectividad en las actuaciones. Por ello, el diagnóstico precoz es la principal herramienta para aplicar medidas terapéuticas que puedan limitar el daño cerebral porque “tiempo es cerebro”.
La red de atención al ictus en Extremadura es, a día de hoy, una realidad consolidada que implica a diferentes ámbitos asistenciales y que busca ofrecer una atención coordinada para lograr la máxima calidad, eficiencia, rapidez y seguridad en el tratamiento de pacientes con ictus.
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