Estas infestaciones se conocen como pediculosis y causan mucho picor e irritación del cuero cabelludo, siendo muy molestas y recurrentes. El signo más frecuente de su presencia es el rascado de la cabeza, que puede ser tan intenso que, a menudo, provoca lesiones erosivas de la zona infestada.
Por esta razón, en el mes de septiembre, con la vuelta a los colegios y escuelas infantiles, que fomenta el contacto estrecho entre niños, aumentan notablemente los casos de pediculosis. Asimismo, algunas prácticas como los selfies también han extendido esta problemática a adolescentes y adultos.
Consciente de esta situación, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) publica unas recomendaciones generales dirigidas a la ciudadanía para la prevención y el tratamiento de las pediculosis, así como para el uso correcto de productos pediculicidas, que sirven para tratar estas infestaciones de piojos y liendres:
- Enseñar a los niños y a las niñas a no compartir gorros, peines o toallas.
- Revisarles la nuca y detrás de las orejas.
- Los niños y niñas con el pelo largo deben llevarlo recogido en parques de bolas o campamentos.
- Concienciarles de la importancia de no rascarse para evitar lesiones en el cuero cabelludo.
- Utilizar los pediculicidas siguiendo las instrucciones de uso. A continuación, peinar con una lendrera o un peine de púas finas y fuertes, que deberán limpiarse una vez aplicado el producto.
- Repetir la aplicación de pediculicida a los 7-10 días.
- No mezclar distintos productos pediculicidas: puede ser peligroso.
- No usar estos productos de forma preventiva, ya que se disminuye su eficacia.
- Solo deben utilizarse cuando se observen piojos vivos o liendres.
- En caso de infestaciones repetidas, utilizar repelentes de piojos.
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